Una hipoteca es uno de los trámites de mayor impacto con respecto al patrimonio del solicitante, tanto para aumentarlo como para reducirlo. La única manera de poder acceder a un préstamo hipotecario es mediante un notario y aquí conocerás, con mayor detalle, su trabajo en este proceso.
El notario interviene de principio a fin en un préstamo hipotecario, desde su solicitud hasta su clausura. A grandes rasgos, el notario funge como intermediario entre el solicitante y la entidad bancaria o crediticia a la que se le solicita el préstamo, pero a continuación, conocerás con mayor detalle su labor en este importante trámite.
El trabajo de un notario en un préstamo hipotecario
Un préstamo hipotecario nunca será aprobado sin las primeras acciones del notario, que son el revisar la autenticidad y legalidad de todos los documentos que se involucran en el trámite, como la escritura de la propiedad. También cerciora su correcta inscripción en el Registro Público de la Propiedad y comunica si ésta cuenta con alguna obligación pendiente.
El notario público trabajará con el solicitante de la hipoteca, asesorándolo al respecto del crédito que solicitará, los plazos que debe cumplir y los alcances que tiene la entidad crediticia o bancaria con la que tramitó el préstamo. Por su parte, el banco o empresa crediticia solicitará el nombre del notario con el que se está trabajando.
Aún con el préstamo hipotecario aceptado y cubierto en su total adeudo y contrato, el trabajo del notario no ha concluido. Las hipotecas deben cancelarse formalmente una vez cubiertos los plazos estipulados en el préstamo, por lo que se debe recurrir a él para realizar dicho trámite, escriturando y registrando formalmente el movimiento.
Solamente se puede iniciar y concluir un préstamo hipotecario mediante un notario público y, en la Notaría 97 de Valle de Bravo, estaremos contentos de acompañarte en este importante trámite de cara a tu patrimonio.
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