Un remate bancario suele ser sumamente atractivo para quienes quieran hacerse con un inmueble con un presupuesto reducido. Aún con lo atractivo de la oferta, ¿resulta una buena opción? A continuación conocerás algunos pros y contras de adquirir un inmueble de esta manera.
¿Qué es un remate hipotecario?
El remate hipotecario es un proceso jurídico en el que se ordena el remate de un inmueble debido a que, el propietario de éste, ha incumplido en el pago del crédito hipotecario. Este proceso tiene el fin de que la entidad crediticia recupere parte de la inversión hecha en el crédito que otorgó.
Existen dos tipos de remates hipotecarios: el judicial y el bancario. En el caso de los remates judiciales, las propiedades se sujetan a una subasta pública ante un juez y se debe depositar el 10% del valor del mismo para participar; mientras que en los remates bancarios, las instituciones crediticias ofertan los inmuebles a través de despachos jurídicos particulares.
¿Qué ventajas tiene un remate bancario?
Entre las ventajas de un remate bancario se encuentra, por supuesto, el valor neto del inmueble a un precio por debajo del mercado.
Las entidades crediticias buscan vender lo más rápido posible la propiedad, lo que genera un precio muy reducido del inmueble, comparado con el que tendría en condiciones de venta regulares.
También el acudir a entidades crediticias reconocidas, como los bancos, genera una mayor confianza a la hora de acceder a la subasta del inmueble. Lo anterior, en la mayoría de las ocasiones omite el paso de investigar si se comprará a un particular o empresa de confianza.
¿Cuáles son las desventajas del remate hipotecario?
Por más atractivo que resulte el costo de un inmueble rematado, también hay que sumar los gastos de impuestos, asesoramiento y trabajo de abogados y notario, así como la inversión principal para participar en la subasta.
No podrás prescindir de un abogado para lograr la adjudicación ya que, durante esta etapa, revisará y estudiará los expedientes del juicio y los antecedentes de la propiedad. En dado caso de que todo esté en orden, también se deberá solicitar el expediente para ser llevado ante un notario.
Una vez llegue el expediente al notario, éste procederá a trabajar en las constancias que indiquen que no existen gravámenes en el Registro Público de la Propiedad, adeudos de impuestos como predial y derechos de agua, teniendo que ser cubiertos por el comprador en dado caso de adeudo.
También se debe tomar en cuenta que, antes de adjudicar completamente la propiedad del inmueble en el remate bancario, se deberá cubrir un monto de impuestos superior al que resultaría de una compraventa regular.
Esto último se debe a que el comprador deberá cubrir algunos impuestos que, en una compraventa normal, corren por cuenta del vendedor; como el Impuesto Sobre la Renta.
Pero eso no es todo. Además de cubrir todos los pasos anteriores, se deberá registrar la escritura en el Registro Público de la Propiedad, proceso que suele ser más complejo en comparación con una compraventa regular. La inscripción de la escritura puede tardar más de 5 meses en la mayoría de los casos.
¿Quieres saber más sobre un remate bancario? En la Notaría 97 en Valle de Bravo podemos asesorarte y acompañarte durante este importante proceso. Contáctanos o agenda una cita y el equipo del Notario Arturo Santín, te atenderá con gusto.